Yo sabía que tarde o temprano, iba a crear contenido para redes sociales. La razón principal, es que los clientes buscan soluciones integrales a la hora de crear su sitio Web, y pues teniendo yo las herramientas y el conocimiento para producir estos contenidos, lo lógico era ofrecer piezas para redes dentro del paquete de producción del sitio.
Pero no esperaba que me llamaran específicamente para gestionar redes sociales, y ya que me estaba empapando del tema aproveché para crear un proyecto personal.
Ha pasado un par de meses, otro par de clientes y varios días de análisis, redacción y hashtags para adquirir un mejor criterio sobre el tema, con lo cual comparto mis conclusiones para que eventualmente podamos trabajar juntos, con expectativas claras y realistas.
Voy a ser sincero: No soy influencer, no estoy en el rango de edad de los Millenials y pienso que las redes sociales están sobrevaloradas.
El primer reto que enfrenté, fue un cliente que esperaba una fila de clientes en la puerta de su local después de los primeros 5 posts; y yo, que apenas estaba entendiendo el contexto y audiencia de su producto, pensaba que debería funcionar más o menos así. Pero no, resulta que actualmente hay que producir: O muchísimo contenido diario, contenido moderado en un período largo (3 a 6 meses), o que un influencer lo recomiende en su propia red; y el presupuesto para estos tres escenarios excedía las expectativas del cliente.
Si una red social fuera una piscina, su post se ve así.
Sin embargo, una empresa de marketing especializada le ofreció a mi hermano una atractiva propuesta de contenidos para su negocio de hospedaje por la que pagó relativamente poco, llegó supuestamente a mucha gente, pero nadie reservó. Me dejó pensativo porque parece que la conversión, o en otras palabras cuando la gente compra algo gracias a las redes sociales, es un dato abstracto que nadie se atreve a proporcionar.
Otra cosa interesante que encontré en los ejercicios que estoy desarrollando con mis clientes: Por encima del contenido está el momento en que se publica.
Lo pongo así de simple: Steven Spielberg puede producir su próximo post para redes sociales, pero si lo publica a una hora donde su audiencia potencial no está «exponiéndose» a las redes sociales, no va a tener el alcance y efectividad que tuvo su competencia, quien se volvió viral haciendo el unboxing de una máquina para partir panela, pero a la hora correcta.
Concluí que probar, analizar e implementar tácticas de contexto para el contenido en redes sociales es incluso más valioso que la misma producción del contenido. Si tuviera que clasificar mi tarifa en porcentajes, la gestión estratégica del contenido sin duda sería mayor que la producción del mismo.
La Inteligencia Artificial ayuda, pero se me hace irresponsable pedirle que resuelva.
Repito, no soy Millenial y por ende mi perspectiva quizás es un poco más romántica, previsiva y pragmática.
En teoría (porque sé como hacerlo), puedo crear una campaña de redes sociales e incluso crear una empresa de Marketing Digital a punta de Inteligencia Artificial; pero cuando noto que la mayoría de marcas están diciendo más o menos lo mismo, sospecho que están delegando a la IA más de lo que un experto en marketing debería.
Para cerrar, estoy gestionando redes sociales y es interesante; siento que hay muchas oportunidades para innovar, sobre todo con contenido original. Si mi perspectiva artesanal y estratégica frente a la producción de contenido para redes es compatible con su forma de enfocar su negocio, escríbame. Y seguramente ya cumplió más de 40 .
Los proyectos en redes que manejo actualmente están en mi Portafolio.