Ser «adulto menor» trae consigo una serie de temas recurrentes, que emergen de forma natural en cualquier reunión social, sobre todo en los meses posteriores a la Semana Santa. Una de ellas, y quizás la más popular, es acerca del elevado costo de vida y una sensación colectiva de austeridad que nadie se atreve a declarar abiertamente; pero son varios los ejemplos domésticos que nos llevan a la conclusión de que la plata está rindiendo menos que el año pasado.

Y me llama la atención el tema, porque sí he notado cambios de perspectiva en las personas (clientes, amigos, gente que trabaja en cosas similares), quienes el año pasado percibían un ambiente más cargado de oportunidades; y yo pues suelo hablar del tema, así como quien habla de fútbol o de los logros de sus hijos.

Un cliente que aprecio mucho me sorprendió con su apreciación, porque ya me había acostumbrado a escuchar quejas y ejemplos negativos.

Una respuesta clara y sensata, viniendo de un cliente que está precisamente emprendiendo y apostándole al tema digital. Lo que destaco es que a pesar no ser un proceso fácil, entre más pasa el tiempo se hace más difícil para los futuros emprendedores.

La conversación tal y como la tengo en Whatsapp.

En Colombia es difícil mantenerse con una empresa digital, porque nuestra cultura de comercio es todavía demasiado tradicional para esta época; pero por otro lado es fácil mantener vigente una empresa digital frente a otras adversidades.

La ventaja de tener una empresa cuya operación se basa en herramientas digitales, es que optimiza los recursos administrativos al máximo. De hecho, confieso que a veces me da la pataleta (al igual que todos, solo que yo tengo un blog para escribirlo) y pienso en dedicarme a otra cosa que no sea producir sitios web, redes sociales, etc. Pero a los pocos minutos se me quita por dos razones: Una, que me encanta la producción digital; y dos, que es más caro almorzar una semana en Bogotá que mantener mi sitio web al aire por dos o tres años.

Para cerrar: Es evidente que las redes sociales nos bombardean a diario con consejos financieros e ideas de emprendimiento, mas eso no significa que ellos vivan de esos negocios; quizás por eso es que el Boom de los negocios digitales se ha propagado rápidamente, pero las dinámicas de comercio electrónico en Colombia suelen estar por debajo de las expectativas.

Sin embargo, sea por diversificar las fuentes de ingreso o para reducir gastos administrativos, vale la pena crear un negocio apoyado o basado en herramientas digitales pronto, o al menos antes de que la economía o la competencia nos lleven a reflexionar sobre el futuro.