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Yo tengo un pariente que estudia diseño gráfico y cobra más barato

Yo creo que, sin importar la profesión, los clientes siempre tienen un pariente que cobra mucho menos que lo que presentamos en nuestra propuesta, pero por alguna razón tampoco es la primera opción que consideraron para el proyecto.

De hecho, recuperar o más bien reconstruir un sitio web, ya sea porque lo hicieron hace mucho tiempo y no lo actualizaron, o porque el primer desarrollador hizo un sitio web tipo Frankenstein con plug-ins gratuitos, es un caso bastante recurrente para mi.

Para ponernos en contexto (y esto puede ser muy útil a la hora de buscar y contratar un proyecto web), es importante entender a grandes rasgos cómo se construye una gran mayoría de sitios Web actualmente.

Un sitio web tiene tres componentes:

  1. El núcleo, o la plataforma sobre la cual se construye el sitio. La más conocida es WordPress, pero existen otras como Drupal, Joomla, Magento, Wix, etc.
  2. El constructor, que es un componente que se instala en WordPress para diseñar y diagramar el sitio. Por lo general los constructores se conocen como temas, que son básicamente plantillas que se pueden personalizar y configurar. Hay cientos de constructores de sitios web para WordPress, en lo personal me gusta trabajar con Elementor pero existen otros como Divi, Themepress, WP Bakery, etc.
  3. Los Plugins, son componentes que se agregan al sitio web para que realicen funciones específicas como enviar formularios, mejorar la velocidad del sitio o configurarlo para comercio electrónico. El plugin más conocido para tiendas online se llama Woocommerce.


Foto de Elisa Ventur en Unsplash

El problema, o más bien la situación más común cuando se produce un sitio web sin conocimiento detallado sobre estos tres componentes, es un sitio ineficiente, inconsistente, inestable o todas las anteriores. El reto consiste en reparar el sitio sin comprometer la información existente, y evitar al máximo que el sitio deje de funcionar; pero cuando un sitio tiene muchísima información y fue creado en condiciones precarias, el daño es irreparable.

Curiosamente, el cliente (sin saber nada de estos temas técnicos) intuye que su sobrino fácilmente puede hacer el sitio web de su empresa con todas estas deficiencias, pero en una apuesta familiar y administrativa por obtener un resultado decente, lo contrata; y tres años después me recomiendan para reconstruir el sitio, por el precio que buscaron optimizar inicialmente, pero sin argumentos para negociar.

Basado en hechos reales.