Han pasado casi 30 años desde que Internet llegó al mercado doméstico, y a su vez la importancia de tener presencia comercial en la Web, o lo que entonces llamábamos «La super autopista de la información».

Más o menos por esa época comencé a involucrarme en diseño y producción de sitios. De hecho, lo que me inspiró a escribir este artículo fue un par de situaciones recurrentes que al parecer prevalecen en el tiempo; y concluí que quizás no vayan a evolucionar, así que prefiero definirlas en vez de cambiarlas.

Una de ellas es un recurso esencial que necesitamos para comenzar a trabajar en el proyecto, que es plata. Les explico por qué.

La producción Web es una clara combinación entre producto y servicio, ya que el resultado es una página web; pero hay muchísimas formas de llegar a este resultado, y una gran mayoría de lo que ofrecen en el mercado son poco convenientes. Digamos que lo que cuesta en un proyecto web es lo técnico (Hosting, dominio, etc.) pero lo que vale realmente, es que la persona o el equipo a cargo garantice tres cosas del proyecto web: Que funcione bien, que sea usable y estéticamente coherente para su mercado, y que cumpla el objetivo del negocio.

Sucede que para diseñar todo este gran concepto, se requiere tiempo para crear una estrategia, recopilar información, determinar qué soluciones son relevantes para el negocio, y obviamente desarrollarlas para que sean técnicamente estables. El anticipo es la forma en que como productor, reservo el tiempo que debo dedicarle a planificar y diseñar un proyecto, para producir un resultado impecable.

Y por otro lado, algunos clientes (más de los que quisiera manejar) pagan el anticipo y desaparecen sin dejar rastro, reapareciendo años después con urgencia de tener su sitio web en un par de días.

El tema resultó tan recurrente, que tuve que crear mis propias condiciones de servicio, y escribir otro artículo en honor a un pseudo-cliente que me dio 300 mil pesos y apareció tres años después a pedirme que se los devolviera, por un sitio web del que nunca supe ni el nombre.

«El anticipo es la forma de curarse en salud frente a un proyecto inconcluso por parte del cliente».

De manera que el anticipo representa el auténtico compromiso del cliente con su proyecto web, y el mío por hacerlo realidad.

Hay que aceptar que tiempo atrás, era más fácil hacer negocios porque las personas eran fieles a su palabra y muchos grandes negocios nacieron de contratos verbales entre dos personas honestas. Hoy en día, ejecutar un proyecto sin respaldo (anticipo) es una ruleta rusa que suele dejar más pérdidas que buenas historias; y debo confesar que estuve al margen de la producción Web por varios años, precisamente porque me saturé de lidiar con proyectos mal pagados, y de crear equipos de trabajo altamente capacitados que entregaban resultados mediocres.

Lo bueno de volver, es que los proyectos que realizo son a su vez los argumentos de peso para que mis clientes puedan hablar bien de mi.