MI BLOG

El «Tiempo muerto» es un recurso carísimo en la producción digital

Todos los trabajos, oficios y ámbitos profesionales tienen sus retos y recompensas, que con el tiempo nos permiten confirmar (o lamentar) el tiempo que hemos invertido en ello.

En mi caso, descubrí que quería vivir de lo digital en el instante en que tuve acceso a un computador (por allá en 1994), pero años después decidí huir del medio como muchos diseñadores web para dedicarme a algo más «rústico» y regresé oficialmente hace dos años por una sencilla razón: El problema no era lo digital, era lo corporativo; porque me apasiona crear pero las reuniones y dramas empresariales me alejaban progresivamente de lo que más me gusta hacer.

Ser productor Web independiente elimina muchos obstáculos en mi camino a producir soluciones eficientes e innovadoras; pero surgen otros que comprometen la sostenibilidad del negocio.

Después de varios artículos, reflexiones y casi un par de sesiones con el psicólogo llegué a una conclusión bastante útil, tanto para clientes como para independientes que prestamos servicios profesionales: El tiempo muerto tiene un costo que también debe negociarse.

Sucede que la naturaleza de mi negocio es un producto como servicio, ya que no puedo limitarme a copiar y pegar la información de un cliente en un espacio Web, sino aplicar mi experiencia en todo el proceso de desarrollo de su producto digital, desde la idea (por abstracta que sea) hasta el resultado final. En ese proceso se acuerda un precio un período de ejecución, y la única condición para negociar el precio es que pueda entregar el proyecto en el menor tiempo posible. El problema es cuando ese tiempo se dilata, porque el proyecto queda en un estado difuso en que no sé si se va a terminar o no, y el cliente asume que solo es cuestión de «retomar» el proyecto en cualquier momento.

Lo que pasa cuando un proyecto se congela es que pierde rentabilidad progresivamente para quien lo desarrolla.

Este es un ejemplo real de la situación:

Un proyecto vale $100

Inicia con el 70%, o sea $70

Recibo el 20-30% de la información del sitio, que es útil para «ir adelantando». 

PASAN 3-6 MESES

Esperando más información

Llegan nuevos proyectos y el 70% se va en gastos administrativos.  Mejor dicho, viviendo.

"RETOMAMOS EL PROYECTO"

Dice el cliente como si fuera ayer

Y ahora debo producir el 80% del sitio web por los $30 restantes, según lo acordado.

El tiempo muerto es un componente costoso en el desarrollo de un proyecto web, para quien se encarga de producirlo como para el cliente.  Es muy parecido a tener un carro a medio reparar guardado en el garaje; es probable que inicialmente requiera una reparación menor, pero con el tiempo (y el abandono en el caso del carro) aparecen otras reparaciones que no son urgentes, pero pueden causar daños adicionales.

Cuando prestamos servicios profesionales, a diferencia del carro lo que atenta con convertirse en una situación más complicada es nuestra propia economía; y lo dejo como reflexión para mis clientes potenciales y otros independientes que experimentan casos similares: El tiempo muerto vale, en ocasiones tanto como el mismo proyecto; y si uno como productor no es el causante de este tiempo muerto, no debería asumir las consecuencias.