Uno de los retos (y fantasías) de ser independiente, es tener la libertad para proponer soluciones creativas propias, sin la intervención de otros elementos del equipo de trabajo, que casi siempre terminan llevando la idea original del proyecto por caminos inesperados.
Si embargo, no significa que el proyecto termine siendo esa idea revolucionaria e innovadora que nos llenó de inspiración al comienzo, porque existen muchas variables que seguramente no consideramos; en especial, el hecho de que estamos entregando una solución a un cliente, es decir a un negocio diferente al nuestro, que opera en otro contexto y utiliza sus herramientas de otra manera.
Es muy común que a «alguien» se le ocurra cambiar el 90% de lo que ya se ha desarrollado y aprobado.
Y no me refiero tanto a experiencias personales; en conversaciones con varios amigos del medio y similares, de repente llega un directivo de la empresa como una especie de «Hada de los cambios» y básicamente comenta que el proyecto va muy bien, pero hay que cambiar el diseño, los colores, fotografías y contenidos. Y por arte de magia (oscura) nos convertimos en choferes de mouse.
«Puede ser frustrante realizar cambios que no son del todo convenientes para el proyecto; para llegar a un punto de equilibrio entre lo que el cliente pide y lo que proponemos, debemos demostrar la efectividad de ambos escenarios».
– Santiago Cajiao
La producción Web implica dirigir los cambios que surgen en el camino, demostrando las implicaciones de los mismos.
Los procesos de producción, en todos los ámbitos, están sujetos a cambios y ajustes. Ya sea por caprichos o sugerencias en función del negocio, vamos a enfrentar situaciones en que los cambios comprometen los ejes fundamentales de la experiencia que diseñamos, con lo cual una buena forma de mantener la integridad del proyecto es contar con los argumentos apropiados para explicar lo que puede suceder al realizar estos cambios. En lo posible, antes de implementarlos.
Porque al final del ejercicio, cuando el sitio está al aire y la cuenta de cobro debidamente radicada, seguimos siendo responsables por la experiencia de los usuarios finales al navegar el sitio web de nuestro cliente. Que sea coherente y eficiente en términos de negocio, son las principales razones para destacar el proyecto en nuestro portafolio, y no todos tendrán ese privilegio.