Hace semanas que no tenía un Break, entendido como un período necesario de tiempo donde los clientes se sumergen en interminables reuniones internas para decidir cómo se va a manejar el presupuesto de este año, dentro del cual está (afortunadamente) la actualización o creación de su sitio web.
Y mientras esas decisiones se materializan, aprovecho para escribir. De hecho, me gusta escribir historias de ficción y fantasía, y una de ellas llegó a ser publicada en una antología de cuentos el año pasado; si les interesa pueden comprar el libro en la tienda de ITA Editorial.
Justamente, la convergencia de escribir en un medio propio con un tema que ya no es ciencia ficción como la dominancia de inteligencia artificial en nuestra vida cotidiana, me inspiraron a escribir este artículo; mas no para explicar fácilmente qué es la IA, o cómo agregar a Dios como un contacto de Whatsapp porque ya hay muchos blogs conocidos hablando de lo mismo; más bien se me ocurre una de esas reflexiones que suelen volverse incómodamente profundas:
La Inteligencia Artificial, se alimenta y evoluciona básicamente con nuestra «Incompetencia Natural»
Este es un tema que fácilmente da para un libro, pero si me diera por escribirlo seguramente no podría vivir de las regalías, porque las personas ya no leen lo suficiente como para volcarme de lleno a ser escritor. Sin embargo, puedo entrenar a una IA para que escriba varios párrafos a partir de simples instrucciones que le voy dando, hasta llegar a tener un manuscrito bastante decente para ponerlo en las librerías. En términos generales podría retomar la idea de ser escritor, si con ese método logro escribir 5 o 10 libros, ya que resulta muy eficiente si una IA se encarga del trabajo pesado.
Obvio no voy a hacer eso, porque me gusta más producir web y escribir con mis propias manos.
Sin embargo, ya existe un gerente que sabe cómo optimizar el presupuesto de marketing, con más IA y menos personas.
Y este audaz personaje logra demostrar que una IA, puede crear básicamente el mismo tipo de contenido digital que producen dos personas, ahorrando millones a la empresa. De repente somos incompetentes, y no lo sabíamos.
Entonces, yo sé que es práctico y eficiente delegar cosas a las novedosas Inteligencias Artificiales, pero no olvidemos que el objetivo de las herramientas es facilitar la solución de problemas, no que nos conviertan en ellos. Porque seguramente para mitad de año, ya existe una IA que sepa gerenciar, ¿Y adivinen a quién van a despedir?
Ya para cerrar (porque la IA no necesita preparar almuerzo pero yo sí), solo recomiendo que abordemos estos temas de tecnología y futuro con criterios en lo posible cada vez más sólidos, ya que la IA evoluciona más rápido que la humana; porque un sistema de estos no duerme, no come ni se cansa, a diferencia de nuestros preciados contenedores de carne y hueso.
Y bueno, habrá quien piensa que estoy exagerando o que me gusta la Conspiranoia; pero en mi defensa, recuerdo que hace 20 años (que no es mucho) memorizaba los teléfonos y direcciones de todos mis amigos, habilidad que perdí desde que tengo celular.